Qué bonito sería, si
uno pudiera hacer una nueva versión de la historia de Jesús, si no se
repitiera, lo que por años se ha hecho siempre. Vamos a cambiarla este nuevo
año 2020, seamos los precursores de darle ese gran regalo a nuestro señor
Jesucristo, que lo dio todo, para darnos a nosotros la vida eterna. En esta
Semana Santa, vamos a rendirle honor, vamos a rendirle tributo, vamos a
recordar a nuestro Rey de Reyes, pero no como lo hemos venido haciendo, porque
seria, como formar parte de aquellos verdugos que lo torturaron, lo humillaron
y lo mataron en aquella cruz, vamos a darle un giro a esa triste historia...
acaso ustedes no se han preguntado qué hubiera pasado si el pueblo hubiera
reaccionado? No seamos como Pilatos, ni como Judas, ni como Pedro, no dejemos,
ni permitamos que liberen otra vez a Barrabás; demostremos a Jesús, que somos
sus hijos predilectos, que si él, hace 2000 años, dio su vida por nosotros,
vamos hoy en día, a darlo todo por él, enfrentémonos a esos seres de oscuridad,
a esos seres perversos, a esos seres que han hecho tanto daño a la
humanidad, el hombre se ha enceguecido por la ambición, el poder, el dinero,
quiere tener el control absoluto, vive lleno de odio, de resentimiento, lleno
de maldad y por ende ha perdido su norte, su dirección, se olvidó de dónde
viene, dejó de lado su humanidad, su sensibilidad, el sentido común, solo vive
para sus propios intereses, no le importa sus semejantes. Entonces lo que
podemos hacer, es estar en constante oración, agradecerle a Dios
por enviarnos a Jesús su primogénito, que dio su vida, y nos demostró su amor
incondicional, perdonó nuestros pecados. Vamos a retribuirle a nuestro
señor Jesucristo, todo ese amor y todo ese sacrificio que él hizo por nosotros
para librarnos del pecado, ya es hora, ya es justo y necesario que cambiemos la
historia, si bien hoy día hay muchos Judas, que carecen de principios y de
moral y que seguramente hoy seguirían vendiendo y traicionando a Jesús,
seguramente también hay muchos Pedros, que por temor a ser perseguidos, lo
negarían una y otra vez, pues yo les invito, a que seamos como María, esa madre
amorosa, esa madre inmaculada, esa madre que seguramente daría su vida por ver
a su hijo vivo, y como lo hacemos? Orando y rezando el santo rosario, pues es
la mejor arma y el mejor escudo que tenemos para derrotar al maligno. Entonces
dejemos la representación de la Pasión, Muerte y Resurrección y vamos a
representar el *Amor, la Entrega y la Divinidad* de nuestro señor Jesucristo,
que esta Semana Santa, recordemos a nuestro Jesús Vivo, lleno de Gloria, que no
le importó su vida, solo por darnos a nosotros la vida eterna, no repitamos los
mismos patrones, si en vez de juzgarle y señalarle lo ayudáramos a levantar y
lo liberáramos de la maldad del hombre, estoy segura que Jesús lo vería con muy
buenos ojos, la evolución del hombre está en arrepentirse, en enmendar los
errores del pasado, practicar la caridad, rescatar los valores y los
principios que nuestros padres nos inculcaron, ser mejores personas, tener
nuestra conciencia tranquila, hacer el bien sin mirar a quien, dar sin esperar
nada a cambio, en pocas palabras abocarnos al servicio de nuestro Padre
Creador...
Eso sería
la verdadera conversión y seguramente es eso, lo que Jesús ha esperado por
años, como pueblo unido, creyente en su palabra y fiel a su amor, vamos a hacer
una representación distinta, una representación digna y justa para nuestro
hermano mayor. No permitamos que lo torturen, que lo humillen y mucho menos que
lo crucifiquen, vamos todos a darle otro matiz a la historia, vamos a cambiar
todo lo oscuro, todo lo gris por un arcoíris multicolor, por esos rayos de luz
que de su cuerpo brotó, no permitamos que este año Jesús muera, vamos a darle
la vida y el respeto que él tanto se merece, Jesús es amor, vida, perdón,
entrega y sacrificio, es un ser que siempre ha vivido y vivirá dentro de
nosotros...es muy cierto que *El Mesías tenía que padecer todo ese dolor para
que fuera glorificado*, pues de ahí su divinidad; pero nunca vamos a olvidar su
sacrificio, pero hay maneras de recordarlo y no precisamente reviviendo tanto
dolor, tanto sufrimiento, todo lo gris, todo lo oscuro solo representa el mal,
mientras que el arcoíris, haciendo alusión a los rayos de la Divina
Misericordia representan a Jesús Vivo entre nosotros. Si cambiáramos
nuestra manera de pensar, nuestra manera de actuar, nuestra propia conducta, el
ser, más agradecidos, honestos, humildes, tratar de ser mejores seres humanos y
si lleváramos su palabra por sobre todas las cosas, entonces, solo entonces
le estaríamos retribuyéndole todo ese Amor, esa Entrega, esa Divinidad,
que él nos dio con tanto sacrificio… quién de ustedes me apoya en esta nueva
versión de la historia...
Lourdes Rojas Rojas