Yo elijo hacia donde voy, y tú decides si me sigues o no,
porque mi camino Dios me lo diseñó desde antes de nacer, vine a este mundo
acompañada y me gustaría seguir por este mundo en compañía de alguien muy
especial, que me quiera, me ame, me respete y me valore, que no me corte las
alas, que me admire por lo que soy y por lo que hago, que me abra camino, que
este a mi lado, que aprendamos juntos, que compartamos y que nos entreguemos el
uno al otro, que me deje ser, porque nadie puede aprender por mí, nadie puede saber
por mí, nadie puede creer por mí, porque nadie puede sentir por mí, porque nadie
puede crecer por mí, nadie puede disponer ni de mi tiempo, ni de mi espacio, nadie
puede buscar por mí, nadie puede hacer lo que yo tengo que hacer. Mi existencia
la vivo yo, sin un sustituto, sin un representante, sin un doble, la existencia
es individual y la felicidad es un complemento, por ende cada quien debe y
tiene que vivir su vida como mejor le parezca, el ser humano no escarmienta ni
experimenta en cabeza ni en cuerpo ajeno, nadie comete errores por mí, ni mucho
menos van a triunfar por mí, nadie va a cargar con mis culpas, nadie tiene
ningún derecho sobre mi persona, ni nadie me puede limitar, el hombre que este
a mi lado debe ser honorable, respetuoso, educado, con principios y con moral,
un hombre emprendedor, detallista, comprensivo, dueño de sus actos, soñador,
creativo, valiente, guapo, simpático, con muy buen sentido del humor, con
aspiraciones, decidido, de buena familia, que me sorprenda cada día, que no me
deje de enamorar ni de conquistar, que siempre saque lo mejor de mí, que crea
en Dios y en la Virgen, en pocas palabras que sea un hombre con los pies bien
puestos sobre la tierra, que seamos la
pareja ideal que Dios creó, para formar un hogar y tener una familia…
Lourdes Rojas Rojas